"Para todos aquellos que buscan la luz entre las sombras como la verdad entre las mentiras"

viernes, 21 de enero de 2011

Antes de pensar, sentimos

¿Qué es la emoción? O más bien, ¿qué es una emoción? Ya dijo Wenger, Jones y Jones en 1962 que "Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta definirla".

Muchos autores (desde filósofos griegos hasta neurocientíficos actuales) han intentado definirla y acotar los límites de su existencia. Antes esto, y es aplicable al resto de asuntos de la vida, me vuelvo a preguntar el por qué de la estúpida necesidad humana, a veces rozando lo obsesivo, de poner definiciones y parámetros a todos y cada uno de los conceptos que nos rodean. Pero este asunto se merece otro post.

Según Damasio, ilustre neurólogo, es necesario distinguir emoción (como un componente corporal, fisiológico) y sentimiento (como el componente psicológico-cognitivo) Es decir, algo tan simple y a la vez complejo como:

Triste -> Lloro
(sentimiento) (Emoción)

Ahora bien, el gran debate viene en qué se da antes, si el sentimiento o la emoción. Cuando comencé a estudiar este tema, enseguida pensé: "Es obvio que primero estamos tristes, somos conscientes de ello y sentimos la necesidad de llorar como una emoción asociada". Pero, ¿qué hay de las veces en las que lloramos o reímos sin saber muy bien por qué?

Dos teorías, opuestas, tratan de exponer la secuencia.
  • Según la teoría clásica, primero se da un reconocimiento de la situación en sí. Ante esto, se genera un sentimiento y finalmente lo expresamos con una emoción.
  • Sin embargo, según la teoría James-Lange (y posteriormente revisada y ampliada con mucho acierto por Schachter y el propio Damasio) primero se dará una emoción, y es de este reconocimiento de que se está dando dicha emoción, por lo que aparece el sentimiento.
Estamos claramente ante una puerta (Tercera verdad verdadera). Una contradicción más, ¿una mentira más? En este caso, creo que ambas teorías son compatibles. ¿Por qué no se pueden dar las dos cosas en distintos momentos?

Por ahora, centrémonos en la emoción. ¿Qué puede provocar una emoción? Al hacer esta pregunta, es inevitable que nos vengan a la mente cosas tan banales (o no) como un beso, una película, una canción, un león... Pensando, en cualquier caso, en objetos de nuestro exterior.

Ante el origen de las emociones, de igual modo aparecen muchas teorías, de las que me gustaría destacar tres:
  • Aristóteles dijo que todas las pasiones (emociones) son provocadas por el otro. Interesante, ¿no? Sigamos.
  • Spinoza dijo que no es el objeto en sí lo que desencadena una emoción, sino la representación subjetica que hacemos del objeto. Aún más interesante, ¿no? Una más.
  • Scheler dijo que los sentimientos/emociones son estados del yo provocados por objetos internos. ¡Toma ya!
A simple vista, pueden parecer teorías distintas y contradictorias. Personalmente, no creo que sea así.

Cuando algo nos emociona, es cierto que suele ser algún objeto/sujeto el que nos hace manifestar esa emoción. Pero también es cierto que un componente externo puede provocar distintas emociones en cada persona. Por lo que si hay un componente subjetivo. Y por último, estados de ánimo del yo interno.

En realidad, si se piensa bien (o al menos yo creo poder llegar a esta conclusión) se podría decir que todas las emociones vienen de nuestro interior, como una simbiosis perfecta entre los estímulos externos y las experiencias internas, que hace que todas y cada una de las emociones sean únicas en cada individuo. Sentimos parecido, pero nunca igual.

Esto me lleva a Damasio de nuevo: una experiencia afectiva marca el pensamiento de por vida. Y aquí es donde encuentra este autor el gran error de Descartes (y de muchos). No considerar lo que sentimos. No sería adecuado decir "Pienso, luego existo" porque antes de pensar, antes incluso de que seamos incluso conscientes de que estamos sintiendo, ya hemos sentido. "Siento, luego existo".

En definitiva, la toma racional de decisiones no parece ahora tan racional después de todo porque la emoción desempeña un papel muy importante en el juicio y la razón, por esto de que la experiencia afectiva, la experiencia en la vida, nos hace tomar decisiones con la cabeza conscientemente, sí, pero con los sentimientos de manera inconsciente.


Recordad. Antes de pensar, sentimos.


2 comentarios:

  1. Pero no te estudies las lecturas complementarias!!!!
    jajajajaja

    Alver

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  2. Hola compi de blog ^^
    Andaba echándole un vistazo a los blogs y creo
    que te puede interesar el mío si te gusta leer literatura personal
    y debatir sobre la actualidad:
    http://insolitadimension.blogspot.com/
    Únete si lo deseas. Gracias.

    PDTA: Un consejillo... cambia el fondo transparente porque cuesta muchísimo leer los escritos, yo no he podido leer más de 4 lineas seguidas porque me he mareado ;)

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