"Para todos aquellos que buscan la luz entre las sombras como la verdad entre las mentiras"

viernes, 11 de noviembre de 2011

Cosas que merecen la pena

Estando hoy de prácticas en la consulta, un paciente ha llegado y se ha sentado con una expresión difícil de interpretar. Reflejaba una mezcla perfecta entre agradecimiento, padecimiento y expectativa. Se había operado hace 1 mes de un triple bypass coronario

Tras explorarlo, le ha comentado al Doctor que tenía algunas dudas. La primera de ellas era que si ya podía tener sexo con su mujer. Increíble que tras pasar una cirugía de corazón abierto, la primera inquietud sea la de tener cariño de su mujer. La naturaleza humana es asombrosa.
La segunda duda, era que si ya podía dar paseos como los solía dar, todo ello, -interpreté- en un esfuerzo por volver a su vida antes de que un día su corazón decidiera que no podía más.

Y llegamos a lo último. Lo último que dijo simplemente fue: "Gracias por regalarme lo único que no se puede comprar: el tiempo"

Y por este tipo de cosas, merece la pena ser médico.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Y de repente, maduramos

Algo sucede en la vida. Algo que te cambia, algo que te marca para siempre, algo que sabes que dejara una huella imborrable en el fondo de tu ser.

Entonces levantas la vista y te das cuenta que todo ha cambiado. Todo es lo mismo de siempre, pero es diferente. Las casas, los coches, las calles, los parques, las personas...

Sabes entonces que nada volverá a ser como antes. Te asustas. El camino es largo y difícil. Pero entonces recuerdas algo muy importante, un deseo, una esperanza. Algo que te hace sonreir...

No importa cómo sea el camino, mientras lo recorra contigo.

lunes, 28 de febrero de 2011

Seamos realistas, busquemos lo imposible

¿Por qué hay que ser tan realista en esta vida? ¿Acaso les ha ido mejor a los que se ceñían a las normas, a la realidad, a lo sencillo, a lo común?

Los realistas no consiguieron nada. Pasaron por este mundo sin dejar rastro, como una parte más del rebaño que seguía las normas sociales. Fueron los soñadores, los utópicos, los que dijeron una vez ¿por qué me tengo que conformar con esto? ¿por qué no puedo soñar con otra realidad?

Gracias a los soñadores tenemos teléfono, televisión, internet, y miles más de avances e inventos que han mejorado mucho nuestra vida. Soñemos, pues.

Soñemos con encontrar algo que no exista, soñemos con escalar picos que nunca acaban, soñemos con recorrer caminos que no están marcados...soñemos lo imposible, y estaremos vivos.